martes, 30 de diciembre de 2008

Dónde digo, quiero decir

Hacen una encuesta a directivos de las cajas catalanas en gran dificultad por su alianza con las inmobiliarias. Es interesante comprobar lo que dicen, pero más aún el lo que sabyace a sus palabras,  lo que en realidad deberían decir:

Dice el de Caixa: "La crisis nos afecta como afecta a nuestros clientes"
Debería decir: "La gente desconfía de nosotros y retira los fondos".

Dice el de Caixa Terrassa: "Moderaremos la expansión, la prioridad es la eficiencia"
Debería decir: "No tenemos ni idea de cómo abordar la crisis".

Dice el de Caixa Penedès: "Estamos sometidos a los ciclos del mercado"

Dice el de Caixa Girona: "Debemos ser rigurosos con los costes"
 Debería decir: "No tenemos dinero para detener el tren y/o untar a los políticos"

Dice el de Caixa Catalunya: "El freno del mercado del ladrillo nos afecta"
Debería decir: "El ladrillo es la oscura perfecta para ocultar nuestras carencias".

Dice el de Caixa Manresa: "La crisis requiere trabajo y trabajo"
Debería decir: "Nos falta inteligencia, la suplimos con esfuerzos inútiles".

Dice el de Caixa Tarragona: "Hay que ser activo con los impagos".
Debería decir: "No tenemos ningún remedio contra los morosos".

Dice el de Caixa Laietana: "Fusiones no, sí interesa colaborar"
Debería decir: "Si nos fusionan perdemos el mano, o nos relegan o incluso el puesto de trabajo".

 Dice el de Caixa Manlleu : "Nuestro 'handicap' es la confianza"
Debería decir: "La desconfianza ha hundido el sistema".

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