martes, 31 de marzo de 2009

La paradoja del ahorro. Samuelson, Krugman, Stiglitz

 La Florida de Samuelson:
Si conducimos dos kilómetros hacia el sur, podemos contar carteles de "se vende" en 20 casas de lujo. Las tiendas están en su mayoría vacías. Los servicios de enfermería abundan porque pocos maridos de enfermeras encuentran trabajo. Uno se tropieza con abogados e ingenieros dispuestos a aceptar trabajos de lavacoches, aunque hoy en día no hay trabajos de ésos. Edificios abandonados, a medio construir, se deterioran cada mes que pasa.


Sin una inyección pública fuerte y sostenida de nuevo poder adquisitivo, una economía en recesión va de mal en peor. La reducción del empleo hace que el consumo se contraiga. La disminución del gasto provoca un aumento del desempleo. Es un círculo vicioso, la pescadilla que se muerde la cola.


Irónicamente, cuando los ciudadanos se asustan demasiado y dejan de gastar, su cambio al ahorro imposibilita el aumento de la inversión. Mi generación de macroeconomistas lo denominaba "la paradoja del ahorro".
Las explicaciones de Paul Krugman:
¿Cómo se ha producido esta crisis mundial de la deuda? ¿Por qué está tan extendida?
Si quieren saber de dónde procede la crisis mundial, plantéenselo de esta forma: estamos contemplando la venganza del exceso.
Una forma de ver la actual situación internacional es pensar que estamos padeciendo una paradoja del ahorro a escala mundial: por todo el mundo, las cantidades que se quieren ahorrar superan a las que las empresas están dispuestas a invertir. Y la consecuencia es una depresión mundial que deja a todo el mundo peor de lo que estaba.
El apunte de Stiglitz
Los ahorros de las familias empiezan por fin a crecer, lo cual es bueno para la salud de sus finanzas a largo plazo, pero desastroso para el crecimiento económico.

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