domingo, 29 de marzo de 2009

El Banco de España interviene Caja Castilla-La Mancha

Ya tenemos pues la primera intervención del Banco de España, la primera intervención de gran envergadura desde 1993, cuando se tomó el control de Banesto. No ha habido manera de que Unicaja se hiciera cargo de ella, por miedo al propio quebranto. No se entiende porque se ha tardado tanto. Parece que el agujero de la CCM ronda los 3000 millones de euros. Si el Fondo de Garantías aportase esa cantidad, que es lo que pedía Unicaja, el Fondo se quedaría sin fondos.
Dos preguntas: ¿cuál será la siguiente?, ¿servirá la intervención para profesionalizar los equipos de las cajas o seguirán los políticos mandando en ellas?


Lo verdaderamente grave de la muerte en vida de la CCM son sus implicaciones, que exigen una inmediata reacción si no queremos que se perpetúen los errores que han conducido a tan dramática coyuntura. Pone de manifiesto, en primer lugar, el suicidio financiero que supone el haber dejado durante años la gestión de unas entidades esenciales para la actividad de sus respectivas áreas de influencia en manos de unos políticos carentes de las aptitudes y actitudes adecuadas y que se han dedicado a servir sus propios intereses en la creencia de que los recursos privados son tan ilimitados como los públicos de donde proceden; en segundo término que, pese al mito que se ha construido sobre la excelencia en la labor de control del Banco de España, los excesos en la actuación de esos advenedizos no podrían haberse llevado a cabo si no hubieran contado con la aquiescencia del suprevidor, temeroso de enfrentarse a la clase política que se beneficiaba, a través de la ilusión de riqueza de la ciudadanía, del engorde de las burbujas; tercero y último, por si había alguna duda, el año y medio perdido hasta la firma de la primera orden de defunción de una entidad en España revela que, pese a las constantes advertencias desde los foros más ilustrados, no se ha sabido gestionar en tiempo y forma una crisis bancaria que, como Neptuno, amenaza ahora con devorar alguno de sus hijos.
"¡Míreme a la cara!, señor Moltó"

"Somos más sólidos y más solventes que nunca de cara al futuro" señalaba Hernández Moltó el pasado 24 de enero ante el Club de Empresario de CCM reunidos en el nuevo aeropuerto de Ciudad Real.

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