domingo, 10 de mayo de 2009

A Krugman no le gusta

Los sucesivos planes de auxilio al sector financiero, eso es lo que no le gusta.
Es mi presentimiento de que las perspectivas de que se lleve a cabo una reforma financiera fundamental están evaporándose.
¿Se acuerda alguien del caso de H. Rodgin Cohen, un famoso abogado de Nueva York al que The New York Times describía como "una eminencia gris de Wall Street"? Salió fugazmente en los titulares en marzo cuando por lo visto rechazó el cargo de subsecretario del Tesoro a pesar de ser uno de los candidatos favoritos.
Pues bien, a principios de esta semana, Cohen dijo que el futuro de Wall Street no diferirá mucho de su pasado reciente, y declaró: "No estoy ni mucho menos convencido de que el sistema tenga algún fallo inherente". Oye, ¿y ese pequeño detalle de que ha causado la mayor recesión económica mundial desde la Gran Depresión? Peccata minuta.
Estas palabras dan miedo. Son indicio de que, aunque la Reserva Federal y la Administración de Obama sigan insistiendo en que están decididas a imponer una regulación financiera más estricta y una mayor supervisión, los entendidos de Wall Street se están tomando las suaves medidas bancarias tomadas hasta el momento como una señal de que pronto podrán volver a jugar los mismos juegos que antes.
Así que, como he dicho, mientras los banqueros sigan pensando que los resultados de las pruebas de resistencia son "tranquilizadores", los demás deberíamos estar muy, pero que muy, asustados.

No hay comentarios: