viernes, 10 de abril de 2009

¿Cómo salimos de esta?

La deuda que alegremente están generando nuestros malos políticos -malos en la previsión, malos en la gestión- afectará a los más débiles. ¿Qué hacer?
Eliminar la capacidad del gobierno para decidir el déficit o el superávit fiscal (central y autonómico). La decisión será tomada por el Banco de España, atendiendo a la coyuntura económica, los compromisos a largo plazo (pensiones), el volumen total de deuda acumulada y a la coordinación con otros estados miembros del euro en el marco del plan de estabilidad.

Que ningún afiliado a un partido político o cargo público sea miembro del consejo de administración de cualquier banco, caja, u organismo supervisor (especialmente los tres referidos). La instrumentalización política de las cajas de ahorro, que son entidades privadas, es una bomba de relojería que afecta a nuestras empresas y al común de los mortales. Lo mismo ocurre con las cuotas de poder político en organismos clave para nuestra supervisión como el Banco de España, CNMV o la Dirección General de Seguros.
Y en lo político: listas abietas y no bloqueadas por los políticos. Que los jueces y fiscales (y abogados del Estado, ingenieros...) que dan el salto a la política no puedan volver a ejercer un plazo razonable su profesión. 

Si España aguanta los cinco millones de parados a los que vamos a llegar, resistencia que sería impensable en el mundo anglosajón, es por su estructura familiar. Todo el mundo tiene un hermano, un primo,… dispuesto a intentar sacarle las castañas del fuego. 


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