De los datos de los últimos meses, la noticia que más me ha impresionado es cuando el Banco de Inglaterra reducía los tipos de interés al nivel más bajo de su historia. Estamos hablando de 300 años. Cosas como ésta ponen de relieve que vivimos una situación insólita y distinta a lo ocurrido nunca. Después de la quiebra de Lehman Brothers, las previsiones de todos los países se hunden, lo que te plantea que vamos a algo muy excepcional.De qué sirve todo su ministerio, su colección de asesores, los datos del Banco de España, de las instituciones económicas, las estadísticas del Estado, los informes de agencias de evaluación privadas. ¿Puede haber una muestra mayor de incompetencia?
Y por fin, otro reconocimiento de su impotencia e incapacidad para estar al mando:
En mi opinión, hemos utilizado todo el margen de gasto público que teníamos, incluso hemos ido un poco más lejos de lo que según una interpretación estricta del pacto de estabilidad deberíamos.
Es deprimente comprobar que el vicepresidente sabe tanto como nosotros, es decir, nada.
Sabemos que estamos en recesión, pero no tenemos ni idea si nos abocamos a una rápida recuperación o si estamos condenados a una severa depresión.
Hemos perdido los instrumentos de previsión; eso es lo más novedoso. No hay ciencia económica, no hay conocimiento analítico financiero: se han equivocado todos. Desde hace diez años se han equivocado todos. Hemos perdido los instrumentos de previsión y nos faltan paradigmas. Estoy rodeado de jóvenes economistas, muy seductores y muy simpáticos, pero si los reúno no saco nada en claro.
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