"El Reino Unido ya no tiene nada que vender. Tenía petróleo, pero se está acabando. Y no le queda nada que vender. La City de Londres era un desastre y ahí han empezado muchos de los problemas. Siento mucho decirlo pero no voy a poner dinero en el Reino Unido. He vendido todas mis libras. En el Reino Unido no hay ningún banco solvente. Y, si lo hay, yo no lo conozco".Desde el viernes, el Reino Unido está en recesión: el PIB, que había caído un 0,6% en el tercer trimestre de 2008, cayó el 1,5% en el cuarto trimestre del año. Las previsiones de The Economist Intelligence Unit son pesimistas: una caída del PIB del 3,2% este año y del 1,1% en 2010.
Lo que preocupa es la crisis del sistema bancario que ha ido acompañada del hundimiento de la libra esterlina. Primero fue el pequeño y provinciano Northern Rock. Luego el Gobierno tuvo que forzar la absorción de HBOS por Lloyds TSB. En octubre tuvo que entrar a saco en el capital del Royal Bank of Scotland (RBS) y del Lloyds/HBOS para evitar una debacle. Esta semana ha sido un calvario bursátil para Barclays, RBS y Lloyds Banking Group (la entidad surgida de aquella fusión inducida).
Un país que presumía de vivir de su industria financiera y se reía de la trasnochada economía industrial de países como Alemania.
Willem H. Buiter, profesor de Economía Política Europea de la London School of Economics:
El Reino Unido se enfrenta al peligro de tres crisis financieras al mismo tiempo: la de los bancos, la de la libra y la de la deuda soberana. "Sólo hay tres formas de manejar ese problema. "La primera es reducir el nivel de las actividades financieras internacionales de la City, incluso más de lo que se reducirían si la libra ingresara en el euro, para suavizar el excesivo peso de las finanzas en la economía británica. La segunda es convertirse en el 51º Estado de Estados Unidos. La tercera es adoptar el euro. Sólo la tercera es razonablemente posible".
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