1. La compra por Lukoil de un paquete de acciones de casi el 30% del capital se haría a un precio muy bajo -incluso si hubiera una prima del 100%- puesto que la valoración en Bolsa como la de muchas otras empresas españolas -banca, inmobiliarias, comercio-, está en mínimos por la coyuntura económica.
2. porque su principal accionista no es la norteamericana Conoco con un 20% de capital, como se dice, sino su presidente Alekperov, con el 20,4%, que, junto con el vicepresidente Fedun, que tiene el 9%, forman un grupo de control del 29,4%. Representan el capitalismo ruso de clanes, con toda la estela de opacidad, corrupción y servidumbre al poder del Kremlin, en una empresa estratégica para el suministro energético de España.
3. porque Lukoil, que tiene junto a su compatriota Rosneft la peor calificación financiera (BBB) de todas las grandes petroleras, pide que sean las entidades bancarias españolas las que le financien la compra de Repsol.
Un auténtico disparate.
4. porque quita legitimidad a los discursos de reforma del capitalismo con que Zapatero, y otros dirigentes europeos, intentan tranquilizar a los ciudadanos que lo están pasando realmente mal.
5. porque puede condicionar seriamente la política exterior española. El sistema empresarial ruso está trabado en torno al Kremlin, un instrumento básico de la política internacional de Vladimir Putin. Zapatero se podría encontrar haciendo política internacional con las manos y con los pies atados.
El Gobierno está repitiendo los errores del caso Endesa en la gestión del caos accionarial de Repsol.
Solución: que el Estado asuma la participación accionarial en Repsol que pretende Lukoil, comprando a un precio razonable. Y, si dentro de tres o cinco años el Estado decidiera deshacer la compra, probablemente haría un buen negocio.
Como dice, Miguel Boyer, ex ministro socialista:
tras el paso de Endesa a manos de Enel, si, además, se produjera ahora la toma de control de Repsol por Lukoil, ello pesaría muy negativamente en el juicio final sobre la política industrial y la política frente a la crisis actual de la etapa de Rodríguez Zapatero.
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